Retos que nos plantea ser estudiante en línea
Es
interesante ver como la percepción de ser estudiante ha ido evolucionando a lo
largo de los años. Hasta hace poco uno pensaría que no había más allá del
típico modelo de aprendizaje donde uno requiere asistir a clase diario durante
prolongados años y horas al día para recibir una formación adecuada que cumpla
con los cimientos cognoscitivos que demanda el actual mundo educativo y
laboral. Sin embargo, es curioso como siempre ha existido esa cuestión sin
respuesta, no habrá otro modo? Y aunque la única variante durante mucho tiempo
fue el ser autodidacta con los años se volvió una práctica poco atractiva y en
ocasiones solo funcional para unos cuantos. Sin embargo, con los grandes
avances que ha dado la humanidad al conjuntar cada vez más la tecnología a la
vida diaria con la finalidad de hacerla más amena, era de esperarse que
terminase envolviendo todos los aspectos de la vida diaria; incluida la
educación y la forma en que la vemos y apropiamos.
Un
reto para quienes apenar incursionan en el empleo de la tecnología, y
aparentemente simple para quienes acostumbrar hacer uso de ella, es verdad que
al final el factor humano es el que limita el alcance que tiene esta poderosa
herramienta, pues así como nos ofrece gran facilidad de acceso a información de
toda clase y de gran diversidad también es un enorme distractor que puede con
la misma facilidad distraernos de nuestro meta verdadera e incluso perder la
noción del sentido con el cual iniciamos una modalidad de estudio en línea.
Creo
que la voluntad es el eslabón más importante para apropiarse de semejante
herramienta, pues si bien se poseen la intención, la necesidad y el deseo de
mejorar la educación propia y apropiarse del conocimiento necesario para
alcanzar nuestras metas, todo esto puede flaquear y derrumbarse paulatinamente
si nos dejamos llevar por los distractores que estarán presentes durante toda
nuestra formación como estudiantes, pues han existido en los modelos
convencionales de educación, y en un mundo tan diversos y accesible presente en
la red es todavía más fácil caer en la tentación de desertar con tal de cumplir
con necesidades menos provechosas pero si más satisfactorias, por lo menos, al
primer instante. Al final, todo estará
en el papel del estudiante, quien como protagonista habrá de llevar a la meta
al responsabilizarse de su educación, o habrá de perderse a la deriva de sus
intereses pero siempre será la voluntad la que dirija el timón.
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